¿Por qué cuesta tanto abandonar el cigarrillo?

Esta es una de las preguntas más frecuentes formuladas en el campo de la investigación medicinal de la actualidad y, al mismo tiempo, es una de las informaciones que menos cautiva a las personas de todo el mundo.

Todos lo sabemos: El cigarrillo es uno de los “vicios” principales que aqueja a muchas sociedades y, desde este portal informativo, intentaremos indagar un poco más al respecto.

Según nuestra investigación, existen tres razones por las cuales podemos dar una respuesta a esta pregunta inicial. 
La causa primordial es que, tanto el tabaco como los productos utilizados en la fabricación del cigarrillo son tan adictivos como las drogas. 
En segundo lugar, la nicotina inhalada tarda siete segundos en llegar al cerebro. 
Tercero: El tabaco forma parte de la vida de las personas porque está vinculado a casi todas las actividades que cotidianamente realizamos todos, incluyendo a aquellos que son fumadores: comer, beber, conversar, aliviar el estrés, etc. Y este es el punto más trascendental ya que gran parte de estas actividades son sociales y forman parte de nuestra conciencia y es este el principal obstáculo a sortear: La Psiquis.

Es un axioma: Para dejar de fumar hay que tener una firme determinación. 

Sin el cigarrillo a nuestro alcance podemos disfrutar más de la vida. Además, los sentidos como del gusto y el olfato mejoran, contamos físicamente con mayor energía y al mismo tiempo cambia el aspecto físico.

Otra razón principal para dejar de fumar es que se ahorra mucho dinero. Parece una obviedad pero uno solamente puede descubrir la gran cantidad de actividades o pequeños gustos que uno puede darse cuando se somete firmemente a esta prueba. Las personas que fuman no se dan cuenta y tampoco disfrutan de todo el dinero que se MALgasta con este vicio. 


Es sabido que fumar no solo afecta la salud de las personas que fuman sino que también perjudica gravemente a aquellos que están a su alrededor. Se ha comprobado que el humo causa miles de muertes cada año debido al cáncer de pulmón y enfermedades cardíacas a aquellos que no inhalan cigarrillos de manera efectiva.
El traspié de esta situación es que para muchas personas, no basta con la motivación sino que necesitan ayuda tanto de la familia como de los amigos. 

Si quiere dejar de fumar no dude de pedir ayuda. 

Sería positivo recurrir a alguien que haya logrado dejar de fumar. 
Muchos comentan que los deseos por fumar van y vienen, no son constantes.
Si ha dejado de fumar y después de unos años siente deseos de retomar o al menos dar una “probadita” a un cigarrillo, no se deje llevar por el impulso. La disputa contra este “enemigo” es difícil pero nunca imposible… NUNCA IMPOSIBLE.

Síndrome de abstinencia

Al principio a muchos ex-fumadores les cuesta mantenerse despiertos o concentrarse y tal vez tiendan a engordar. También puede experimentar dolores de cabeza, sudoración y tos. Además puede ocurrir que los cambios del humor sean más frecuentes, que comience a dominar la impaciencia la propensión a la ira y la depresión. La mayoría de los síntomas sin embargo, disminuyen en un lapso de cuatro a seis semanas.

A lo largo de esta etapa tan difícil,  hay algunas pautas que le pueden servir.
* Dese más tiempo para dormir.
* Beba mucha agua y lleve una dieta sana.
* Haga ejercicio. Cualquier ejercicio.
* Respire profundo

Con todo, hay vínculos psicológicos que pueden persistir mucho después de haberse desintoxicado.
El alcohol, hasta en pequeñas cantidades, aumenta la sensación de placer que genera la nicotina. En lo referido a las amistades, evite estar rodeado con personas que fuman o pudieran invitarlo a fumar.
Si vuelve a caer en la tentación y fuma un cigarrillo, eso no significa que su situación sea irremediable. 

Siga luchando. Recaer no significa fracasar, el fracaso está en desistir.

¡Ánimo!  Usted puede lograrlo.